Tal vez aun
recuerdas al culpable, ese que fue el primero, el que comenzó todo.
Pasaste un
infantil momento de felicidad para después caer en una realidad adulta, de ahí en
adelante decidiste buscar al correcto, buscas y buscas pero aun nada. Ese día
aun lo recuerdas, no esperabas conocerlo, de principio no te gusto es más te pareció
– un wey bien “x” – pero le diste una
oportunidad.
Todo está
de maravilla más contenta no puedes estar, es el amor de tu vida hay algunos
detalles pero lo amas. Ya pasaron los veranos el amor sigue en aumento – igual el
sentimiento de aprensión –y te sientes muy feliz, de vez en cuando discuten
pero no es para tanto.Ya no sabes
que pasa, después de tanto que ha pasado el actúa así, y encima de todo dice
que tú eres la infantil, el que fue tuyo, el a quien te entregaste con tanto
amor… es un pendejo.
Lloraste como
no recuerdas haber llorado alguna vez, te sentiste más pequeña y sola que
nunca
.
Ya las lágrimas
se secaron, las risas y aventuras de la soltería se encargaron de ello, llego a
ti una nueva sensación de libertad, aunque en realidad es solo la vieja sensación.
Ahora tienes más cuidado sabes que no cualquiera es digno de ti, ya no buscas, haces
que te busquen. Y hubo alguien que te encontró, te impresiona lo suficiente
como para darle una oportunidad, su viperina lengua hace que lo que entre por
tus oídos te cree la imagen del hombre ideal para ti.
Pasa el
tiempo, esto es diferente, son los mismos sentimientos que de niña sentías,
pero ahora se expresan de una manera madura. Estas muy cómoda y feliz, lo
quieres mucho, pero empiezas a sentir que él se come poco a poco lo que eres,
esa autonomía que se desarrolló en tu peor momento y que fue la misma que te
ayudo a ser la mujer de la que te enorgulleces, eso ya no te gusta.
Cada vez
que te quiere controlar lo retas, te niegas, de vez en vez te vas dando
decepciones que rompen la imagen idealizada de él. Este gran final fue diferente
al otro, ahora no hubo lágrimas esta vez lo supiste manejar.
Ahora estas
más tranquila, las salidas con tus amigas son menos salvajes, empiezas a notar
los cambios en ti. Miedo y llanto de nuevo, ¿Por qué de el?, ¿Qué hare?, ¿Qué me
va a decir? Y mil preguntas más pasan por tu mente mientras las lágrimas brotan
de tus ojos. ¿Una segunda oportunidad por él? Así lo hiciste, y vaya que esta
vez se tardó menos en mostrar otra cara, y tu igual tardaste menos en
aguantarla, ahora tienes un razón y un porque seguir y no lo necesitas más, ni
a él ni a ninguno que te halla remordido la conciencia.
Después de
tato que te ha pasado, el dolor, amor, alegría, llanto y sufrimiento que has
vivido, finalmente tienes una recompensa, como si todo el amor que diste y que
fue malbaratado por esos tontos se
hubiera acumulado con el paso de los años y se te entregara como una nueva
oportunidad, ahora puedes amar como nunca lo has hecho, sentirás un cariño sin
igual y sin compromiso, serás correspondida de maneras que no imaginas, ahora serás
mamá.
FELICIDADES!!!!
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