Quisieras
que sea un recuerdo y no solo un pensamiento, ya no te importa en absoluto la situación,
de alguna forma la has dejado atrás. A veces recuerdas los días en que ella meneaba tu melena de león con
su mano y como podías sentir su piel de insecto en tu frente, te llenabas de alegría
al ver tu reflejo en el brillo de sus ojos. Ahora que te has visto en otros
cuantos pares de ojos aquello te parece una situación sin valor sentimental,
sabes que es un absurdo seguir pensando el ella, es decir ya has hecho mucho
sin ella, ya no la necesitas, sorprendentemente el vacío que ella dejo lo ha llenado
la vida que empezaste a llevar después de ella.
Te parece
que ahora ella es la enamorada, prefieres que se lo guarde para sí misma. Ahora
dices que ambos calcularon mal la intensidad de los sentimientos, te dejaste
menospreciar, ofender y hasta que te hicieran pasar por el malo. ¿De nuevo
piensas y escribes por ella?
No ya no lo
haces, repites lo que cantaba José José –ya
lo pasado pasado, ya no me interesa- ya te empiezas a dar cuenta que de
hecho estas dolido no por ella, estas dolido por todo lo que dejaste ir por
seguir aferrado a algo que no tenía cimientos.
Igual que un niño con un globo
ella se aburrió de ti y te dejo ir, las feroces ráfagas de viento te llevaron a
donde no te imaginaste llegar. Ya te acostumbraste a estas ráfagas, casi puedes
predecirlas y te sientes bien. Ella no fue la mujer de tu vida, fue una mujer
que cambio tu vida… recuerda tener especial énfasis en la palabra FUE.
“Es muy
curioso obtener lo que deseas y darse cuenta que no es para nada lo que
necesitabas”