miércoles, 24 de julio de 2013

No estoy Muerto...

Estas sentado en un banca esperando que llegue, después de tanto tiempo por fin se verán de nuevo, la vez que camina hacia ti, pareciera que no hay más gente a tu alrededor  y de hecho no la hay, volteas rápidamente cuando escuchas tu nombre, al volver la mirada a tu amada ya no la encuentras y de nuevo una voz gritando tu nombre… despiertas. Los gritos que te rodean y no te permiten asimilar la situación, vez gente corriendo, llorando, empujándose, personas siendo aplastadas, miras a todos lados buscando sin saber que buscar, un nuevo grito te hace volver a ti. Te incorporas rápidamente al ver a tus amigos, sientes  un dolor en tu cien y al tocar con la palma derecha un dolor agudo te hace alejar la mano de ahí, solo vez un rojo intenso en tu mano. Escuchas a tus amigos llamándote, te gritan que corras que “ellos” están detrás de ti.
Piensas en voltear la mirada pero un doloroso alarido acompañado por un vaho que abraza tu nuca te hacen salir disparado en dirección a tus amigos, ellos siguen corriendo, a tu lado va gente que no conoces, notas las caras de horror y te preguntas si la tuya es igual. A duras penas pudiste ver con el rabillo del ojo un par de brazos a tu derecha, escuchas un grito ahogado y el crujir de huesos rompiéndose, comienzas a sentir dolor en las rodillas, te sientes agitado y te falta el aire, ya has corrido mucho pero ellos siguen detrás de ti, el sudor que corre por tu frente entra a tus ojos, de nuevo escuchas un grito ahogándose, algo tira de tu playera y sientes que estas arrastrando algo, parpadeas demasiado por causa del sudor en tus ojos, ese peso extra no te deja correr más de prisa, escuchas los rugidos y demasiadas pisadas a tu alrededor, una mano en tu hombro izquierdo casi te hace perder el equilibrio, ya no ves a tus amigos, comienzas a sollozar y a tratar de librarte de ese terror, la mano en tu hombro te lastima esta clavando sus uñas en ti, ya estas demasiado cansado, sabes que “ellos ”te tienen, escuchas tela desgarrarse, crees que te han mordido, piensas en dejar de correr y aceptar las cosas.

 Ya no sientes el peso de lo que arrastrabas ni la mano en tu hombro. Sin dejar de correr das un vistazo a atrás, “ellos” aun te persiguen pero están a distancia de ti ,tu playera se rompió y pudiste librarte de ellos, el cansancio ya no  te deja correr, escalas por una reja que te queda cerca, apenas llegan tus pies al piso del otro lado de la reja y “ellos” se estrellan uno tras otro contra ella, pasando sus sangrientas manos entre los barrotes intentando tener un trozo de ti, miras a tu alrededor, revisas la única puerta que hay y esta no abre la fuerzas y empujas un rato pero no pasa nada, al pie de la puerta caes sobre tus rodillas, aun estas agitado, llevas tus manos a tus oídos para intentar silenciar los rugidos y el sonido del metal que se dobla, intentas tener una idea en medio del caos de pensamientos que te agobian en ese instante, la reja cae, ya has tomado una decisión, levantas la cara, inhalas y cierras los ojos. 

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